Un día me regalaron una bolsa con dulces traslucidos de colores...
de esos que tienen una pasa atrapada en su interior...
Tenía hambre y en el refrigerador solo había algo de fruta en descomposición,
un refresco sin gas y algo de queso. Entonces recordé mis dulces y los saque
de un cajón de la cocina donde comenzaban a petrificarse. Trate pues de
comerme uno pero me di cuenta que eso no calmaría mi hambre y al querer
tirarlo a la basura lo mire a contraluz; el efecto me pareció digno de fotografiar
y así lo hice. Pegue varios más en la puerta del refrigerador y me olvide que
tenia hambre... lo demás fue un ataque de ansiedad amenizado con la música